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La vida en Colombia vale menos que un mínimo

Dura más usted haciendo la fila para reclamar los medicamentos en su EPS o esperando una cita que necesita con urgencia que consiguiendo un arma para acabar con la vida de una persona. Y es así, esa es la realidad del tercer país más bello del mundo.

Resulta insólito que hasta para trabajar o parrandear tenga uno que salir con chaleco antibalas porque en cualquier momento llega algún desubicado que se cree Dios y con un solo tiro, acaba con miles de sueños, planes, o simplemente le arrebata a otra persona un ser amado. Pero es la realidad, y la vivieron dos periodistas por las carreteras de Fundación, Magdalena, no se sabe aún si fue por sus trabajos o por disputas generadas en las ferias de Santa Rosa que estaban cubriendo.

La cuestión es que la FLIP dio a conocer que uno de estos periodistas, Leiner Montero, había recibido amenazas de muerte durante los últimos 6 meses, así que, otro dilema, ¿Dónde está la libertad de prensa y la garantía para poder ejercer el periodismo en este país? Y es que así no haya sido asesinado por su ejercicio periodístico, el caso es que con uno o más tiros acabaron con todo.

En Colombia, setecientos mil pesos puede costar un arma de fuego, pistola, fierro o como sea que le digan, eso sí, tal vez armas con historiales pesados, pero, en resumidas cuentas… La vida en Colombia vale menos que un salario mínimo. Así que, hágase la idea, un mes de su trabajo vale trescientas lucas más que su vida. Ahora imagínese usted llegando de su trabajo, cansado, pero sabiendo que la sudó para traer comida a la casa y que dos bandidos en una moto decidan que hasta ahí llegó su proyecto de vida, ¡Hágame el favor!

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, hasta Julio del 2022, 6.392 personas fueron víctimas de dioses terrenales que decidieron acabar con otras vidas. Definitivamente, pareciera que en Colombia cada niño naciera con un fierro bajo el brazo.

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